lunes, 17 de julio de 2017

Entre cerros y escaleras

Décima glosada escrita para el libro "Las Sewellinas" que una vieja gran amiga del Colegio, la Nico, está escribiendo y que me invitó a participar. Fue un ejercicio hermoso leer la historia del gran pueblo minero y de entender el dolor de cientos de familias y sobretodo mujeres que sufrieron con la masacre del "Incendio de Humo". Estas décimas invitan a recordar la historia, gloria, fama y debacle de Sewell, y a leer las historia de dos grandes mujeres sobrevivientes!

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Entre cerros y escaleras

En altura celestial
Entre gringos y chilenos
Se levantan los mineros
Por nuestro gran mineral.


Entre cerros y escaleras
Una ciudad nacerá
Y que todos nombrarán:
Sewell, la tierra minera.
En Chile será pionera
Con el mejor hospital,
El cobre, su mineral
Se mira con gran distancia
El gringo tendrá ganancia
En altura celestial.

Ajena a la realidad,
Sewell fue una subcultura
Que gestaba con finura
Una nueva Sociedad
Reinaba la inequidad:
Los más pobres son mineros
Los más ricos, ingenieros,
Genios de la economía
Y la brecha más crecía
Entre gringos y chilenos.

Una tragedia acontece
A esta importante ciudad
Que maltrata sin piedad
Cuando el gringo se enriquece
A mujeres enlutece
La muerte de estos guerreros.
Hombres casados, solteros
El humo los calcinó.
Y en honor se proclamó:
¡Se levantan los mineros!
  
Fue el gran Presidente Allende
Quien bien supo valorar
El cobre como un pilar
Que solo el chileno entiende.
“Gringo, Yankee, no comprende
Esta decisión fatal”
La economía social
Luchará por el minero
De la mano del obrero
Por nuestro gran mineral

Desde su propia memoria
Hay mujeres que relatan
Pasados que se entrelazan
Formando una gran historia.
Lucy junto a su oratoria
Recuerda las escaleras
Junto a rutinas mineras
Ramona, la profesora
Que en su fiel relato añora
La vida en la cordillera.

Quiebres ajenos

Nunca me había pasado
que fuera tan doloroso,
triste, su quiebre amoroso,
después de lo cosechado.
El cariño, arrebosado,
el amor, contracorriente.
Ni el abrazo más candente,
ni un te quiero bien sincero,
salvarán lo verdadero,
si ya nada es suficiente.

Noche de Vela

En esta noche de vela
reemplazada por linternas
las penas se hacen eternas
cuando el frío me desvela.
¿Aquella vieja franela
Abrigará estos momentos?
Las sombras y sus tormentos
penan bien dentro de mi alma
mi cabeza sin su calma
pelea por sus lamentos.

Pelea por sus lamentos
mi cabeza sin su calma
penan bien dentro de mi alma
las sombras y sus tormentos.
¿Abrigará estos momentos
aquella vieja franela?
Cuando el frío me desvela
las penas se hacen eternas
reemplazada por linternas
en esta noche de vela.

lunes, 13 de marzo de 2017

Décima de una mujer borracha

Llevo años viviendo sola
la soledad no es problema,
mi independencia fue el lema
cuando nadie me dio bola.
Parecía pirinola
rebotando en los carretes
Entre pitos y copetes
a los hombres ahuyentaba
incluso a quien mas yo amaba
lo espanté de un gran soplete.

Rencor

En el lado más oscuro
florece el rencor fecundo,
tan necesario, iracundo,
propio del fruto inmaduro.
A ratos, grita inseguro
¿Son espinas o son llantos?
El odio y sus desencantos
inunda cielos y mares,
pero no hay penas ni males
que no sanen con mis cantos

Indiferencia

La indiferencia y su manto,
eterna y fiel compañera,
cansada de tanta espera,
ya está curada de espanto

Copla al revés

Tengo todo en mi cabeza
y todo tengo en mis pies,
a veces marcho al revés
cuando pierdo la certeza.

Cajón peruano gringo

Yo te suelto, te libero de la carga de tocar ya no tienes que entonar el viejo son lastimero. Ritmos de amor verdadero hoy suenan a duras penas. Ya no hay torrente en tus venas pues desde adentro hacia afuera, tanto en cuerpo y en madera, te tocan manos ajenas Te tocan manos ajenas tanto en cuerpo y en madera, pues desde adentro hacia afuera ya no hay torrente en tus venas. Hoy suenan a duras penas Ritmos de amor verdadero. El viejo son lastimero ya no tienes que tocar, de la carga de tocar yo te suelto, te libero.




miércoles, 15 de febrero de 2017

Polo norte

Grité al mundo mi dolor
y la vida me sostuvo,
su cantera me contuvo
recibiendo mucho amor.
En su abrigo dio calor
al frío del polo norte.
Ya no hay cuerpo que soporte
estrechez de corazón,
y no hay amor sin pasión
ni viaje sin pasaporte.

La Sacerdotisa

Yo soy la sacerdotisa
la del llanto más salvaje,
sangre roja es mi linaje,
decreto mi propia misa.
Sólo dios hoy me bautiza
todo el cuerpo con espinas
Festina con mis rutinas
desde arriba me critica
mi mente se mortifica
de tantas penas divinas

De tantas penas divinas
el hombre se hizo mujer,
pues no pudo sostener
las traiciones repentinas.
Grandes fuerzas femeninas
hoy sostienen a Artemisa
Quien arroja sus cenizas
Cantando todos sus males
gritando a los siete mares:
Yo soy la sacerdotisa.

martes, 14 de febrero de 2017

Amor Ausente

Tengo una pena aquí adentro,
al fondo, en lo más profundo,
es grande, recorre el mundo,
y se anquilosa en el centro.
Por más que me desconcentro,
ella se hace muy presente.
Su palpitar es latente,
fuerte como en luna llena,
es un mal, una condena,
igual que el amor ausente.