lunes, 10 de octubre de 2016

Juventud Sufrida

Te hacías llamar Xaviera,
la del cuerpo costilludo,
largas piernas de zancudo,
Mala por dentro y por fuera.
Querías que me muriera,
para así tener mi vida.
Estabas muy decidida
a vivir de mis fracasos
que no fueron tan escasos
en mi juventud sufrida.

Festinaste con mis penas
cambiándote a mi ex colegio,
obteniendo privilegios
donde yo tuve condenas.
Tu alma sólo la envenenas
con ese actuar miserable.
Es cierto, fuiste notable
reavivando los maltratos,
con los recuerdos ingratos
¿no te sentiste culpable?

En mi juventud sufrida
sentí las penas más duras,
recuerdo viejas torturas
por como andaba vestida.
Siempre me sentí oprimida
y como en una trinchera.
Y aunque no soy cizañera
hoy vengo a exigir justicia,
pues te añoro con malicia:
Te hacías llamar Xaviera