Este escritorio provoca
los versos más burocráticos,
timbres y oficios erráticos,
que me están volviendo loca.
A ratos pienso en tu boca,
recuerdos de nuestro viaje,
sólo nos quedan brebajes
y un poco de paz y calma;
Ocultando mi propia alma,
me escondí detrás de un traje