Nunca fuiste agradecido,
es más, fuiste un embustero,
con mi corazón entero
barriste todo mi nido.
Todo quedó suspendido
igual que el alma estirada;
y yo quedé más que hastiada
con tu versión de los hechos
que dices "a lo hecho, pecho,
que aquí no ha pasado nada".
-2-
Con tus correos obsesos,
con tus mentiras sagradas,
con tus mentiras sagradas,
tu amor y mejicanadas,
calaron hasta mis huesos.
Incluso tus falsos besos,
tu “me encantó conocerte”,
y la ilusión de quererte
me engañaron un segundo,
cambiaron todo mi mundo,
pero no pude tenerte.
-3-
¿Qué te molestó de mí?
¿Mi cuerpo?, ¿tal vez mi pelo?
Me tapaste con tu velo
y así fue como sufrí.
Por suerte ya reviví
del mísero compromiso;
ya no queda más hechizo,
sólo palabras cansadas,
cargarás culpas pasadas
por darme tu amor narciso.